En lo alto de una duna de arena, en medio del desierto al sur de Bahréin, se erige un árbol solitario. No asoma ni una brizna de hierba en kilómetros a la redonda; no hay ni una gota de agua. Y, sin embargo, esta acacia ha sobrevivido durante 400 años. Los habitantes de Bahréin creen que el árbol de la vida es una maravilla natural y, ahora, este árbol de 10 metros de altura atrae a miles de visitantes cada año.
Cuentan que, hace mucho tiempo, Adán y Eva recorrieron esta tierra. La leyenda dice que el árbol se plantó en 1583 para señalar el lugar en el que estuvo el Jardín del Edén bíblico. Se cuentan las historias más increíbles sobre el árbol de la vida: según algunos, las raíces son tan profundas que pueden absorber la humedad de una reserva de agua natural a cientos de metros de profundidad, situada a varios kilómetros de distancia. Sin embargo, seguro que la imaginación supera a la realidad.
“Los habitantes de Bahréin están seguros de que este fue antaño el paraíso bíblico de Adán y Eva.”