La Basilica de San Marcos es un verdadero cuento de hadas: grandes cúpulas y torres, elegantes arcos, mosaicos dorados y majestuosas imágenes de santos. ¡Y esto es solo el exterior! Ni siquiera los venecianos se cansan de la fachada de la catedral. El interior de la Basílica de San Marcos, dedicado al patrón de la ciudad, es aún más encantador.
“El salón más bello del mundo, merecedor de tener el cielo como techo”, así fue como Napoleón describió la famosa Plaza de San Marcos. Los venecianos la llaman simplemente “La Piazzetta”: en la ciudad hay una sola plaza, y esa es la Plaza de San Marcos. Siempre está llena del ir y venir de turistas sacando fotografías y entusiastas vendedores ambulantes de comida para palomas. Esta es una de las plazas más impresionantes y sin duda de las más famosas del mundo, el lugar ideal para una de las catedrales más bellas de Europa.
“John Ruskin describió la catedral como una maravilla mundial de la arquitectura”