Gamla Stan es para Estocolmo lo que el anillo de canales es para Ámsterdam: elegante y espléndido, con coloridas casas de comerciantes, encantadoras plazas y un majestuoso palacio real. Mirando desde el aire, es fácil ver por qué Ámsterdam no tiene nada que hacer contra Estocolmo en su competición por el título de Venecia del Norte: esta sí es una verdadera ciudad en el agua.
Los numerosos atractivos de Gamla Stan son tan regios como el propio palacio. La catedral de Storkyrkan es el escenario de muchas bodas y coronaciones de cuento de hadas, y Riddarholmskyrkan es el lugar de descanso eterno de los monarcas suecos desde el siglo XVII. Esta pequeña isla es el mayor atractivo turístico de Estocolmo, y por una buena razón: además de ser donde se encuentra el palacio y el Parlamento, en Gamla Stan hay también excelentes restaurantes, sorprendentes museos y encantadores cafés. Silenciosas y sinuosas calles, y callejones con escaleras y casas de madera se funden con las viejas plazas y los señoriales hogares de comerciantes.