Para los chinos, el lago occidental de Hangzhou es un pequeño paraíso terrenal. Muchos pintores, poetas y escritores famosos llegaron hasta allí para buscar inspiración y quedaron tan prendados de sus jardines, pagodas e islas del lago que ya nunca se marcharon. Gracias en parte a los viajeros que descubrieron más tarde la región, fueron añadiéndose más lagos y templos a lo largo del siglo pasado.
Actualmente, el lago occidental es un paisaje cultural. Ha sufrido transformaciones desde el siglo IX: se han construido templos, pagodas, pabellones, jardines e incluso islas enteras. Para sugerir una armonía perfecta entre naturaleza y cultura, algunos de los lugares más atractivos poseen nombres de lo más poéticos: luna de otoño sobre el lago de la tranquilidad y vestigios de nieve sobre el puente en invierno. Sin duda, son nombres románticos y de ensueño. La mejor forma de visitar estos increíbles lugares es en bicicleta o barca.
“Proverbio chino: "Allá arriba está el cielo, aquí abajo tenemos Suzhou y Hangzhou"”