Ningún lugar ha representado un papel tan importante en la agitada historia de Berlín como la Brandenburger Tor (la Puerta de Brandeburgo). Aquí es donde sucedió todo. La entrada triunfal de Napoleón, los desfiles nazis y los crudos discursos de Hitler, tierra de nadie durante la Guerra Fría, la visita de JFK, el discurso de Ronald Reagan y las espontáneas celebraciones en la calle tras la caída del Muro. Sumérjase en la agitada historia de Berlín a través de la única puerta que queda en pie.
La Puerta de Brandeburgo se construyó entre 1788 y 1791 como una entrada a la ciudad y un símbolo de la paz. Durante la Guerra Fría, la Puerta se encontró de repente en tierra de nadie, entre la parte Occidental y la Oriental, y de este modo se convirtió en un símbolo de la libertad arrebatada. El presidente norteamericano Ronald Reagan, en su famoso discurso de junio de 1987 “Tear Down this Wall” (Derribe este muro), pronunció: "Secretario General Gorbachov, si busca paz, si busca prosperidad para la Unión Soviética y Europa Oriental, si busca liberalización, venga aquí, a esta puerta. Sr. Gorbachov, abra esta puerta. Sr. Gorbachov, derribe este muro. Dos años más tarde, los alemanes hicieron exactamente eso y en noviembre de 1989 los primeros “Ossies” (alemanes del este) cruzaron la Puerta de Brandeburgo en busca de la libertad. Tras esto, la Puerta no solamente era un símbolo de la paz, sino también de la libertad.
“De repente, la puerta de la ciudad se encontraba en la kill zone, con torres de vigilancia y Volkspolizisten armados.”