Cuentos de hadas, cuervos y guardias uniformados: una visita a la Torre de Londres le garantiza historia con un toque siniestro. Este castillo y antigua prisión es una imponente fortificación en la orilla norte del Támesis. La Torre se construyó en 1066 y se amplió años después. El actual complejo de 73.000 m2 incluye fortificaciones, patios y 20 torres.
Guillermo el Conquistador, el rey normando, comenzó la construcción de la Torre de Londres tras haber sido coronado Rey de Inglaterra en 1066. El edificio ganó importancia por ser el lugar de ejecución de muchos personajes de gran rango, entre los que se encuentra la Reina Ana Bolena en 1536. A lo largo de la historia, la Torre hizo las veces de fortificación, palacio real, prisión estatal, casa de la moneda, cuartel, museo y arsenal. Los muchos arreos e instrumentos de tortura expuestos confirman la macabra historia de la Torre. No debe perderse las joyas de la Corona británica, aunque solo sea para ver de lejos el famoso diamante Koh-i-Nur.
La Torre tiene su propia guardia: los Yeomen custodios, más conocido como los Beefeaters. Un Yeomen custodio debe haber prestado durante 22 años un impecable servicio militar antes de que pueda establecerse como guardia de la Torre. Antiguamente, estos hombres solamente eran guardias de seguridad, pero actualmente también son guías, ataviados con los trajes tradicionales. Con su estilo de humor británico, las guías hacen que estas visitas sean inolvidables. Asimismo, el Maestro de los Cuervos (el Yeoman Warder Ravenmaster) es el encargado de los siete cuervos que viven en la Torre. Se trata de una tarea importante: cuenta una leyenda que si los cuervos de la Torre de Londres se van, la Corona y el Reino de Inglaterra se desmoronarán.
Solían habitar muchos animales en la Torre, que fue la predecesora del zoo más antiguo del mundo: el zoo de Londres. Halcones, elefantes, canguros y avestruces vivieron una vez entre estos muros. Leones, tigres y osos habitaron aquí, y eran obligados a luchar entre ellos para entretener a la corte. A medida que aumentaba la colección de animales, estorbaban más. Por ello, en 1832 se trasladó a todos los animales a Regent Park.